En qué te ayudo



El crecimiento personal es una tarea a la medida, el proceso de cada individuo es único

Niños y Adolescentes

A lo largo del proceso de desarrollo, el niño establece y obtiene una serie de vínculos, de procesos afectivos y emocionales, también de relaciones que pueden resultar complejas y/o difíciles de integrar en su crecimiento.

La psicoterapia aborda síntomas psíquicos y psicosomáticos que pueden padecer los niños y adolescentes, ayudándoles a afrontar y resolver los conflictos por sí mismos, desde su propia posición y su forma de ver las cosas.

El lenguaje, el juego, la expresión gráfica (dibujos, escritos), etc…. serán formas de expresión y comunicación habituales con el terapeuta.

Problemas de conducta y aprendizaje, hiperactividad, conciliación y calidad del sueño, miedos y fobias, control de esfínteres, baja autoestima, procesos de separación, fracaso y acoso escolar, abuso de sustancias, identidad, problemas estado de ánimo (depresión, ansiedad)... son algunos de los temas por los que consultan los padres.


 

Adultos

En algunas ocasiones podemos fácilmente identificar por nosotros mismos, lo que nos ocurre, pero en otras es un “sentir”, “un pensamiento recurrente” o un “comportamiento evitativo” que nos acompaña sin saber muy bien porqué.  A veces nuestra intención y racionalidad no siempre es suficiente para superar estos problemas y la terapia puede ayudar a comprender qué ocurre y cómo podemos avanzar. La terapia es un proceso con un inicio y un final. En este camino, el tandem paciente-psicólogo irá desgranando, ordenando y reflexionando hasta un replanteamiento sobre cómo funciona nuestra mente y de qué manera se están manteniendo los problemas y por ende en dónde está la solución.

Trastornos del sueño, control de los impulsos, trastornos adaptativos, crisis de pánico, depresión, duelo, ansiedad, fobias, comunicación en pareja, solución de conflictos, rupturas sentimentales...

 

Trastornos de la Alimentación

Los TCA suponen alteraciones en los comportamientos con la comida que repercuten sobre la salud de quienes los padecen.

Las personas con TCA se juzgan a si mismas principalmente o incluso de forma exclusiva, en relación a sus hábitos de ingesta, a su figura y peso corporal y a su capacidad para controlarlos. Esta sobrevaloración de la importancia de la figura, del peso y de su control, es la pieza clave en el mantenimiento del problema.

Al ser problemas de origen psicológico, la psicoterapia nos permite desgranar los conflictos psicológicos subyacentes que deben tratarse para una recuperación auténtica y estable: autoestima, relaciones personales, identidad, impulsos, etc

El origen de los TCA es multifactorial, es decir, intervienen factores biológicos, de personalidad, familiares y socioculturales, por ello el trabajo terapéutico debe ser multidisciplinar y contar con otros profesionales (endocrinos y psiquiatras) que actúen en otros aspectos del trastorno en paralelo a la terapia.


 

Terapia de Pareja

La variedad y complejidad de los problemas de pareja y las posibilidades de crecimiento, hacen necesario que la terapia de pareja permanezca flexible, pero a la vez, con el compromiso necesario por parte de ambos para conseguir un cambio mutuo positivo e integrado en sus vidas diarias.

La terapia de pareja intenta fortalecer la relación única entre dos personas. Acentuar la importancia de la comunicación clara y efectiva, el escuchar enfático, la expresión adecuada de los sentimientos, la necesidad de resolver conflictos y las estrategias de resolución de problemas habituales e insatisfacciones son el foco del que partiremos para la intervención en aquellas parejas que experimentan dificultades en sus relaciones.