¡Hola!
Ejercer la psicología es una de las mayores satisfacciones que me ha dado la vida.
Fue en un momento oportuno cuando decidí emprender una renovación de mí misma, cuando el deseo de cambiar tuvo más fuerza que la inercia de seguir. Y aunque cualquier momento es bueno para comenzar a cambiar las cosas, para que se produzca esa renovación hay que empezar por desearlo.
No hay mejor proyecto que el de acomodarse a uno mismo, con nuestros límites, deseos, fortalezas y carencias. Creemos que sabemos bien quiénes somos, pero en ocasiones, nos desconocemos. El diálogo con un psicólogo es ante todo un encuentro con uno mismo. Se trata de tejer la propia historia, de bucear en un mundo desconocido pero propio, de reconocer sentimientos, aceptarlos y meditar sobre ellos.
Y eso es lo que me regaló mi profesión, un viaje de crecimiento personal.... porque cuando se cambia por dentro, la relación con uno mismo, con el exterior y con los otros también cambia.